jueves, 24 de abril de 2008
Smile Like You Meant It
Save some face, you know you've only got one
Change your ways while you're young
Boy, one day you'll be a man
Oh girl, he'll help you understand
Smile like you mean it
Smile like you mean it
Looking back at sunsets on the Eastside
We lost track of the time
Dreams aren't what they used to be
Some things sat by so carelessly
Smile like you mean it
Smile like you mean it
And someone is calling my name
From the back of the restaurant
And someone is playing a game
In the house that I grew up in
And someone will drive her around
Down the same streets that I did
On the same streets that I did
Smile like you mean it
Smile like you mean it
Smile like you mean it
Smile like you mean it
The Killers
Alegato
Da igual que tu nombre empiece por P, por R o por D, al final ninguno consigue ver lo que hay detrás de una fachada pintada de oscuros colores. Nunca sabrás lo que siento al leer un buen libro, ni la cantidad de lágrimas que se pueden derramar al ver la estampa perfecta ante tus pies. Ayer, descubrí, sentada automáticamente en un asiento de autobús, cómo una pequeña mariquita corría por uno de mis dedos. Es cierto, tú no sabes que de pequeña eran los insectos que más me fascinaban por la belleza de sus tonos en tan poco espacio. Me quedé pensando, no quería acabar con ella y la dejé apoyada en un lugar seguro. Al volver a mirar, la mariquita ya no estaba, se había esfumado planeando su vuelo hacía otro dedo en el que descansar.
Si me conocieras, no te daría pereza contestar un saludo pero hay a quien no le da pereza, y aún así nunca quiso llegar a conocerme.
Y yo sé lo que me pasa. Y yo sé qué me conozco. Ayer, después de mucho tiempo pensaba en lo que era, pensaba en un ser que no tiene nombre y apellidos y que trasciende más allá de eso.
En sus costumbres y en sus halagos, en lo que imagina sentada en la cama de su habitación, a puerta cerrada. Pensaba en la mariquita y en que me conozco más cuando estoy sola, cuando no existen unos ojos vigilando mi más nimio movimiento. Pensaba que, seas quien seas, si me conocieras, sabrías la identidad del hombre de mis sueños, esa identidad escondida en una película cuyo título viene al caso: Mi vida sin mí.
Yo no sé si tengo una vida, si estoy yo en ella o sólo dejo que los acontecimientos se abalancen contra mí, sacudiéndome como un terremoto y dejándolo todo destrozado a su paso.
Ahora es el momento de arreglar los desperfectos. Ahora, con este tiempo cálido y lleno de vida, en una primavera que abochorna y me deja sin alientos, es el momento adecuado. Ahora podría mirar esas fotografías en las que era tan pequeña que ni siquiera concebía la repercusión de mis pasos.
Ahora que sé que esta no será la última vez y que si hubiera merecido la pena no tendría tantas iniciales de nombre de hombre que escribir al principio. Ahora sé que vendrán más, con distintas iniciales o con las mismas y que tendré que dejar de esforzarme en dar mi mejor cara para un día, cuando no consiga quitarse la venda de los ojos, cerrar la puerta sin hacer ningún ruido y ni siquiera molestarme si se hizo daño. Ahora sé que no volveremos a vernos, ni vosotros ni yo y que nunca más volveréis la vista atrás para pensar quien era realmente aquella chica cuya inicial empezaba por N. Porque ya nada importa. Aunque hubieras contestado, aunque te hubieras acordado de mí, de qué sirve si te-os- fuiste-is- antes de que el público aplaudiera.
Y la función no era aburrida, quizás un poco, como todo, diferente.
Breve tregua.
miércoles, 16 de abril de 2008
Redes
martes, 15 de abril de 2008
De un gris de cojones
lunes, 14 de abril de 2008
Happy Birthday
Pour Nat -la gota que se deja caer-

lunes, 7 de abril de 2008
Pour Pablo -como la gota que nunca acaba de caer-

domingo, 6 de abril de 2008
Gaviota

Donde nadie podrá borrarlo....
Conversaciones contigo III
¿ Qué necesito para volar contigo ? - preguntaste con esa deliciosa ingenuidad que despierta mi ternura y mi suspicacia,
y que finalmente, me subyuga ...
La emoción que hacía brillar tus ojos se trocó en desconcierto, cuando resumí en una sola palabra la respuesta:
¡ Raíces !
¿ Raíces en vez de alas ? - Entonces me conmovió tu confusión.
Exactamente - te respondí. Y siguiendo el rastro de una ola, permití que el mar empapara el ruedo de mi falda. Tu dijiste que tenías celos del agua que acariciaba mis tobillos y yo me sonreí porque había asumido que eran precisamente tus dedos ... mas tu urgente demanda de respuesta acallaron mis lúdicos pensamientos.
Hubiera podido elaborar una explicación mas técnica, pero amante de la pesca artesanal, te señalé una bandada de
gaviotas que sobrevolaban los acantilados, planeando a intervalos sobre el algodonoso horizonte y volviendo a tomar
posesión sobre las rocas...
¿ Las ves ? - te dije - Vuelan. Van directo al sol y regresan. Retornan a su playa de siempre ... Siempre tienen un punto
de partida y un punto de retorno. Ese tocar el cielo y la tierra, alternativamente, las mantiene vivas. Así son los
soñadores ... necesitamos raíces para poder volar.
Asentiste en silencio, como ausente. No sé si buscabas tus raíces o si calculabas la envergadura de tus alas. Tu siguiente pregunta llegó como salpicando alegrías, tal cual como se deshace en pringos la espuma de una ola sobre la roca:
¿ Tienes muchos sueños por soñar ? -
- Claro. Aún tengo muchos sueños por soñar. Tengo sueños que comenzaron con una fogata en la playa y que esperan
continuación tras los puntos suspensivos que la rutina osó poner. Hay otros que comienzan cuando enciendo las velas en
mi habitación, y con las llamas de las velas, las varitas de incienso... y se quedan allí, flotando en el humo, tan reales en
su esencia, como un aroma, esperando que lo percibas para existir... Sucede que tengo también otros sueños que
comienzan uniendo mis manos a otras manos, y mi voz a otras voces ... sueños que se escapan por entre los dedos o las
rendijas de una voluntad que flaquea ... Hay sueños que se conciben con el primer rayo de luna y que se sepultan con el
primer rayo de sol. Así mismo, tengo sueños peligrosos, de esos que camuflan pozos profundos tras cimas
deslumbrantes. Otros que semejan chispas pero que generan fuegos inextinguibles ... y otros tantos de los que aún no
despierto.
Mientras yo hablaba, habíamos ido avanzando hasta las rocas, e ignorándonos, las gaviotas seguian ensayando sus
vuelos. Nos quedamos un rato en silencio, observándolas.
Yo pensaba en mi más hermoso sueño, ese que semeja un poema continuado y del cual ya hemos escrito los siete
primeros versos. Tu, en cambio, ensayabas tus vuelos. O al menos, eso creía la más sonriente gaviota de la bandada... y
te alejaste planeando suavemente hacia el azul horizonte.
En la playa quedaron nuestras huellas ... y las de un húmedo sueño inconcluso.
Gabriela Mistral
Amor a raudales
Y como no tuve ese amor, me encargué de buscarlo por todos los rincones que encontraba, de entre las basuras y los cartones, de entre las estrellas encendidas y apagadas.
Pero no encontré gran cosa. Todos mis amores acababan desapareciendo, ya fueran los más funestos o los menos, porque nunca hubo ninguno bueno, nadie a quien hablar sinceramente, de quien pensar limpiamente. Y tampoco me dieron amor. Sólo me dieron crítica, aspavientos y un billete de vuelta y aun así yo seguía reclamando y pidiendo esa dosis que me habían prometido y que, desde el principio esperaba.
Aunque fuera unas migajas, mi dignidad se resentía y hacía caso omiso a mi propia conciencia, pidiendo y pidiendo únicamente para no sentirme más sola. Patético.
Y aún me encuentro y no encuentro. No tengo un amor, ni siquiera algo que contar a los amigos. No tengo cariño y mucho menos despertares. Nadie va a morir por mí y mucho menos sabrá nunca como soy en realidad.
La chica que ayer, ante la sorpresa de todos y de sí misma, puso boca abajo a un pequeño escarabajo que desde hacía rato intentaba ponerse derecho, con sus patitas haciendo aspavientos para poder seguir su camino. Esa soy yo, la que dudaba si sería buena idea ir a enderezarla pero que decidió que sí, que hacia alguien tendría que ir dirigido todo ese amor que nunca había podido dar.
sábado, 5 de abril de 2008
Ni a medias, ni a tintas
