lunes, 11 de junio de 2007

Trozos

Recupero algo que escribí hace unos cuatro años, cuando empezaba a escribir. Esto -porque no sé cómo definirlo- salió de forma espontánea y a raíz de... bueno... llamémoslo asuntos del corazón nunca me dio por mirarlo hasta hace una semana que lo encontré y me encantó. Ya es hora de compartirlo.

Consiénteme delirios de grandeza una vez más, es lo único que me queda y lo último que te pido, después, viajero, podrás seguir tu camino.

Tú, amor mío, que hiciste conspirar cielo y tierra para que me enamorara, hoy…me dejas…te abandono…Prefiero pensar que esto no es un hasta luego…

Y aquí delirando por la profunda fiebre que sufre mi alma, desencantada y adormecida por la fuerza de tu aliento, me reprocha el haber sabido quererte mas cuando tú me pediste que no lo hiciera.

Ya, mi viajero, en nuestro sendero no existen puntos entrelazados, dejaste inacabada nuestra obra y sin embargo te olvidaste de trazar el camino de vuelta.

Así me dejas, sola, siguiendo nuestro camino, si alguna vez fue tuyo, si quizás fue mío…

No me pidas que te olvide, no supliques que te abandone.

Solamente me queda dejar que sigas tu rumbo y que, aunque tú no lo sepas, viajero, siempre estará ligado al mío.

No hay comentarios: